sábado, 17 de enero de 2015

Sin reposo para el guerrero…


…porque se yergue antes de tocar el suelo, cuando casi se convence de que las fuerzas le abandonan; porque preocupaciones, ocupaciones y dolores, aparejados a la vida misma se acumulan y pasan la cuenta ahora o después; sin remedio. Pero si queda un hálito, será para persistir en la cruzada. Por eso, a tiempo y sin titubeos nuestra directora Alina Rosell Chong, optó por deponer con elegancia su cargo, como quien abdica por convicción, después de cuatro años como corresponsal jefa de la Agencia de Información Nacional (AIN), en Cienfuegos, y algo más de una década de directora en el periódico CINCO de Septiembre.

Si bien los puestos de dirección le apaciguaron las lides del Periodismo, no fueron pocos quienes nos alimentamos de su experiencia como profesional; y aprendimos que dirigir no significa levantar la voz, ni señalar con saña, sino una suerte de equilibrio entre la autoridad y el respeto; la enseñanza y la transparencia; la paciencia y la perseverancia; encontrarse y allanar; dispensar una segunda oportunidad; regalar un voto de confianza; conceder el don de la claridad; disponer del tino y el conocimiento para tratar a cada individualidad como cada quien lo requería, o manejar una situación, por delicada que fuera, con la justicia y la prudencia como antecedentes inviolables.

Y si fue difícil ser subalterna/amiga, directora/amiga, binomio que coincidimos en compartir, Alina inventó el equilibrio de todo eso, lo manejó con destreza y ninguna de las dos podremos decir a ciencia cierta si seguimos siendo las adolescentes de noches de juerga o las profesionales ante los rigores de esta profesión, en la que día a día nos jugamos el honor, el prestigio, la vida.

La adversidad y amargura personales las llevó con el donaire de los seres de luz, sin dramas ni catastrofismos, combinando su naturaleza humana y profesional con voluntad y arrojo; sin mella para quienes cada viernes abrieron el CINCO sin conocer qué hubo detrás.

De distinciones, reconocimientos, homenajes, atributos, honores, se encargarán de hablar y/o escribir otros; prefiero contar sobre Alina más que como MI directora de la AIN y del Periódico, con la Alina de las amistades juveniles; en la sobrevivencia de los años felices y también de los duros; a la magia de crecer y cambiar juntas en los avatares de la existencia.
Y de repente, el tiempo que creíamos eterno se acorta, y nos damos cuenta cuántos sueños quedaron por cumplir, y los que aún están esperando por nosotros, a pesar de las cifras.
Después del paréntesis y la pausa merecida te esperamos como siempre..., Alina, compañera y amiga; Rosell, con la fuerza que te imprimió el ADN de Diego, y Chong, con la ecuanimidad y la calma asiática que te aportaron los genes de Alicia.
No habrá reposo para el guerrero.